HISTORIA DEL INSTITUTO

Con la creación del IES DELICIAS en el curso 1977-78 concluía un periodo de intensas movilizaciones sociales que solicitaban la creación de un centro público de Bachillerato para resolver las necesidades educativas de una población que crecía tanto numérica como socialmente.

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Imagen de 1950 de la Plaza del Carmen, en el centro del barrio Las Delicias (Valladolid)

1. PUNTO DE PARTIDA: «Educación gratuíta»

Las Delicias, barrio obrero por antonomasia, deseaba para sus componentes más jóvenes la cualificación laboral que no habían podido tener las poblaciones de mayor edad. Esa mejora intelectual pasaba por una formación de enseñanza media que facultase para el acceso a la Universidad. Por todo ello, el Instituto Delicias se convirtió en el referente educativo público de bachillerato no sólo para los habitantes de Las Delicias sino para los jóvenes de otras poblaciones (La Cistérniga, Tudela de Duero…) del entorno inmediato a Valladolid.

En un brevísimo periodo de tiempo, el claustro de profesores se estabilizó gracias a la presencia de un grupo homogéneo de personas que participaban en un modelo de enseñanza en que la implicación personal con los alumnos era la carta de presentación más notable. A partir de ese núcleo primitivo de alumnos y profesores se fue desarrollando la principal tarea de nuestra comunidad escolar: la formación de estudiantes que iban a continuar estudios superiores; en ella conseguimos un gran prestigio constatable en los resultados de acceso a la universidad.

Pero no sólo se trataba de eso; era necesaria una movilización cultural además de la puramente académica. Los profesores que desempeñaban su tarea en las aulas del Delicias participaban de una forma de entender la vida y la enseñanza que no admitía fisuras. Todo podía enseñarse y todo había que enseñar en unos momentos en los que toda la sociedad despertaba y en la que se abrían puertas cerradas durante demasiados años. El centro se convirtió en  aula abierta a una realidad que se pretendía transformar. La poesía, la música, el teatro no eran asignaturas con un programa definido sino la actividad cotidiana de los alumnos y los profesores que, ilusionados, caminaban buscando una vida más plena tanto en lo individual como en lo colectivo.

Y así, lo que nació de forma espontánea, como grupos de poesía o música, llegarían a llenar con sus recitales los espacios de las semanas culturales, de las actividades extraescolares; incluso el de teatro se institucionalizó en forma de asignatura, con actuaciones relevantes en el barrio, en la ciudad e incluso participando muy dignamente en concursos de televisión, pero, sobre todo, potenciando la actividad y formación escénica, estética y humana de sus integrantes.

Pero lo que es más importante, esto se hacía sin renunciar, necesariamente, a los programas académicos, porque, quizá, todo es compatible cuando se tienen 17 años.

La consolidación de los estudios de bachillerato en el I.E.S. Delicias, que fue el origen del propio centro, llevaba en sí misma el germen de futuras dificultades. Todos habíamos asumido ese papel y, de algún modo, esa orientación hizo que nuestra comunidad educativa quedase al margen de los profundos cambios que estaban afectando, desde el punto de vista organizativo, a la educación. El más importante fue la descompensación existente en los estudios de enseñanza media entre la formación preuniversitaria y la formación profesional. El Delicias vio surgir a su lado un centro de Formación Profesional, el Ramón y Cajal, que completaba las enseñanzas que se impartían en el Juan de Herrera, de mayor tradición en las enseñanzas profesionales.

2. DIFICULTADES Y LOGROS

Sin embargo, nuestro instituto tenía sus propios problemas, el principal era la imposibilidad de asumir a su población escolar; la evolución demográfica del barrio, una considerable falta de previsión política y la propia demanda del profesorado determinó que fuese necesaria la habilitación de enseñanzas en horario de tarde y el desdoblamiento del propio centro del que surgió el actual I.E.S. Arca Real. Sin embargo, éste era un proceso coyuntural, tal como iba a suceder en diferentes barrios de la capital, que nos iba a resultar a todos muy gravoso cuando, por la dinámica demografía de Valladolid y por actuaciones administrativas contrarias  a la enseñanza pública, comenzásemos a perder alumnos de una manera extraordinariamente acusada.

Este proceso de disminución del alumnado, coincidió con la implantación de las enseñanzas L.O.G.S.E. que a su vez conllevó la apertura de nuestras aulas a una realidad educativa distinta a la que tradicionalmente habíamos mantenido. Alumnos con expectativas laborales diferentes a las universitarias comenzaron a ser una realidad y, después de las indecisiones propias de un periodo de adaptación, a recibir una adecuada respuesta a sus necesidades educativas. El centro hubo de dotarse de diferentes documentos programáticos como el Proyecto Curricular de Secundaria, el Proyecto Educativo y el Proyecto Curricular de Bachillerato; nuevas formas legales para adaptarse a la nueva realidad. Sin embargo, el propio sistema implantado por la L.O.G.S.E. impedía que esa disminución de alumnado repercutiese de forma adecuada en la mejor adecuación de los espacios del centro a nuestras necesidades y de esa forma, los alumnos del primer ciclo de la E.S.O. debían permanecer en las aulas del Colegio Pablo Picasso

La dedicación y especialización de nuestro centro en las enseñanzas de bachillerato, la continua demanda por parte de los diferentes equipos directivos para diversificar la oferta educativa, que entendíamos como medio que facilitase la propia pervivencia del instituto a medio plazo, la planificación de las gestiones y la participación de la comunidad educativa en diversos eventos, como el Festival Internacional Escolar de Teatro en Español, que supusieron un gran esfuerzo personal, se vieron recompensadas al concedérsenos la posibilidad de impartir el Bachillerato de Artes con lo que el centro no sólo completaba las enseñanzas que se impartían en el barrio, convirtiéndolo en el mejor dotado en enseñanzas de secundaria de toda la ciudad, sino que comenzó a recibir alumnos de otras zonas de Valladolid capital y provincia que optaron por realizar esas enseñanzas en un centro de probada experiencia formativa en estudios de bachillerato y que se ha caracterizado siempre por la formalidad y el rigor con las que afronta el proceso educativo.

3. LA IMPORTANCIA DE SER DIFERENTE

Llegados a este momento, sí conviene dejar un poco al lado las consideraciones asépticas relativas a la propia evolución histórica e insistir en las realidades que han hecho, hacen y pretendemos que sigan haciendo diferente a este centro del resto de los centros de Valladolid.

El primero de todos es la creencia en que la educación nos ayuda a ser libres y que quienes estamos trabajando en este ámbito consideramos que esa educación en la libertad debe realizarse respetando las leyes y mostrando la propia diversidad de la sociedad; nadie puede sentirse discriminado en nuestro centro en el que el trato con las minorías de todo tipo y condición y el respeto a toda diversidad se hace compatible con una formación en el respeto a los demás en la que se inculca, al mismo tiempo que una firme defensa de nuestros derechos, una asunción de nuestras obligaciones que se perfeccionan a través de la autodisciplina y el recurso al diálogo para la resolución de los conflictos.

En segundo lugar, e íntimamente relacionado con lo referido, una incondicional defensa de los valores humanísticos que han caracterizado los mejores momentos de la sociedad occidental como son el altruismo y la capacidad de asumir como propios los problemas de los demás que desarrollamos sistemáticamente a lo largo de los diferentes cursos en  programas transversales. Vinculado a ello se encuentra nuestro interés por el desarrollo del conocimiento del cuerpo y de las sustancias y actividades que le son perjudiciales o la educación para que la sexualidad de los adolescentes pueda desarrollarse, cuando deba hacerlo, de forma que no sea germen de represiones ni de violencia de género.

En tercer lugar, una extrema implicación pedagógica y social de los departamentos, y en especial del Departamento de Orientación (que ha resultado un eficaz medio para la detección y solución de problemas tanto de carácter educativo como de carácter social), en el día a día y el futuro inmediato de nuestros alumnos. Asumimos que todos los hombres nacen iguales en derechos y que la estructura social introduce en su desarrollo las disfunciones que terminan por ubicar en un determinado estrato social a las personas. Defendemos que la escuela como institución debe ser el vehículo que facilite que, sea cual sea el origen familiar de los alumnos que vengan a nuestras aulas, nuestra misión es proporcionarles los elementos que permitan su progreso intelectual lo que redundará, si ellos lo desean, en una mejora de sus condiciones sociales.

En cuarto lugar, pero no por ello menos importante, el compromiso de nuestro instituto con el mundo actual en todo su amplio y complejo panorama científico, tecnológico y cultural. Y en este último campo, preocupados tanto por los aspectos que se encuentran en la base de nuestra formación como miembros de una sociedad española y europea, con todo lo que ello implica de reflexión sobre el pasado, como aquellos que tienen que ver con un mundo globalizado en el que nos insertamos y que pretendemos transformar, en la medida de nuestras posibilidades, en base a nuestras convicciones.

En consecuencia, tal como hemos consignado en nuestro proyecto educativo, el alumno que nosotros tenemos como meta en nuestro proceso formativo es respetuoso consigo mismo, con los profesores, los compañeros y con el resto de personas y el propio entorno en el que desarrolla su actividad; es solidario tanto con quienes están próximos como lejanos a sus intereses vitales y, especialmente, con quienes poseen menos recursos económicos, físicos o intelectuales; está comprometido con la transformación positiva de su propia vida y del medio en que ésta se desarrolla; está comprometido con una vida saludable y, finalmente, está dispuesto al esfuerzo y la superación tanto física como, y especialmente, intelectual.

Estas convicciones y estas realidades son las que nos han hecho y nos hacen diferentes. Ésta es nuestra especificidad que se ha ido conformando a lo largo de los años

El ayer es algo que puede rememorarse y estar en la base de la escuela del hoy y del mañana, pero, en absoluto, es garantía de la pervivencia. El contexto educativo actual es esencialmente diferente en el barrio de las Delicias a como era hace 25 años. También la sociedad lo es. Encastillarse en los viejos modelos educativos conduce a la falta de respuesta ante los retos de la sociedad de comienzos del siglo XXI. El I.E.S. Delicias, a pesar de toda su historia, ha preferido apostar por los riesgos del futuro incierto.

4. EL FUTURO NO ESPERA

En un contexto como el que hemos definido en el epígrafe anterior, hoy la realidad del I.E.S. Delicias proporciona un estimulante y esperanzado ambiente de trabajo para toda la comunidad escolar que ha visto incrementadas sus instalaciones con la construcción de un amplio gimnasio y que tiene en marcha ya la construcción de nuevas aulas específicas para las enseñanzas artísticas.

Si con razón podemos sentirnos orgullosos de nuestros alumnos, que todavía siguen viniendo a nuestro centro a consultar con sus antiguos maestros o la nutrida biblioteca que se ha ido formando con los años, tenemos motivos más que sobrados para estarlo de nuestro claustro de profesores, que ha probado su fidelidad a la línea de trabajo que seguimos con su permanencia año tras año en nuestras aulas. La especialización de los profesores y su implicación en todo tipo de actividades ha dado sus frutos en múltiples campos con amplia proyección social.

Cabría destacar, entre otras, la Carrera de la Solidaridad que se organiza anualmente con intervención de los alumnos consiguiendo una recaudación económica que se destina, cada año, a un concreto fin social; lo mismo podría decirse del Grupo Estable de Teatro que ha participado en muestras internacionales de teatro escolar y al que tanto debe el centro; o los intercambios con el extranjero,

habituales por parte del Departamento de Francés y ampliados ahora, por el Departamento de Inglés, hacia los Estados Unidos y Canadá; la organización de exposiciones para la Junta de Castilla y León como la del Libro Escolar, que ha servido para rescatar del recuerdo a los viejos manuales escolares o la montada con motivo del centenario del 98 son algunos ejemplos de un interminable listado de actividades complementarias que año tras año contribuyen a mejorar el conocimiento de la realidad por parte de nuestros alumnos.

Al hilo de las nuevas demandas culturales hemos institucionalizado viajes fin de curso al extranjero (París, Países Bajos, Londres, Italia…) y visitas a eventos como ARCO o a las exposiciones del Museo Guggeheim aunque no nos olvidamos de nuestro entorno geográfico (actividad de Las Cabañas) y artístico (Museo Esteban Vicente, Museo Patio Herreriano…).